La familia es un sistema vivo en continuo cambio debido a las necesidades evolutivas de cada uno de los miembros del sistema familiar que interaccionan entre sí a lo largo del tiempo.
Las circunstancias que caracterizan a una familia con un bebe de 8 meses nada tiene que ver con las circunstancias que caracterizan a una familia con un adolescente de 16 años. Por todo ello, comprender las etapas y necesidades evolutivas de los hijos menores de edad desde su nacimiento hasta su mayoría de edad y los recursos necesarios por parte de los padres y madres para interaccionar de forma adecuada con dichas necesidades, será determinante para el crecimiento sano de todos los componentes del sistema familiar.
El objetivo general de la Terapia de Familia consiste en entender que las conductas disfuncionales que presentan los distintos miembros del sistema familiar, están relacionadas con las carencias con que dichos miembros del sistema familiar se relacionan entre sí. Por ello, en una Terapia de Familia no se trabaja con ningún miembro concreto de la familia de forma individual, y sí con el conjunto del sistema familiar.
El requisito imprescindible para la participación voluntaria y gratuita en el programa de Terapia de Familia es la existencia de hijos/as menores de edad.
Las principales áreas de intervención en una Terapia de Familia son: