“En la familia y durante la infancia se ponen los cimientos de la salud emocional de las personas”.
La familia en nuestra sociedad sigue siendo y será el núcleo formativo de las personas. Es la encargada de establecer los cimientos de la personalidad del individuo y de prepararle para la vida en sociedad. Nuestra salud psíquica depende de nuestro bienestar emocional y este va ligado en gran medida a nuestras experiencias familiares.
La familia está constituida por tres sub-sistemas: el sub-sistema formado por padres y madres, el sub-sistema que configura la pareja y el sub-sistema filial que representan los hijos.
La relación que establece una pareja es un modelo de aprendizaje relacional para los hijos. Así la estabilidad y satisfacción de las futuras relaciones de los niños y niñas se verá influenciada por como resuelven sus padres sus diferencias de pareja, se comportan afectivamente entre ellos y como establecen la igualdad en cuanto a derechos y deberes.
Por tanto, no queda duda, de que una relación de pareja equilibrada y saludable y unos padres predecibles y disponibles, son la mejor base para una buena salud emocional en los hijos.
Todo lo descrito hasta aquí está en la base de los programas de Intervención en Terapia de Pareja y Toma de decisiones e Intervención en Terapia de Familia.
El requisito imprescindible para la participación en cualquiera de estos programas, es la existencia de hijos/as menores de edad.